Martes, 17 Julio 2018 13:52

Fundamentos de la atención psicológica de enfoque clínico en el PTV

La violencia, al ser un fenómeno social, está presente en toda época, sin embargo, no de la misma manera.

Entonces, podemos preguntarnos ¿Cuál es el efecto de la época en que vivimos, en cada una de las personas que atendemos?

En este sentido, es necesario reflexionar sobre las especificidades de cada época, en: los modos de presentación de la violencia, lo que está aceptado y lo que no, lo que está visibilizado y lo que no, lo que está regulado y lo que no. Para conectarlo con los malestares y síntomas de las personas que demandan una respuesta, una atención.

Consideramos que no existe una única y mucho menos la mejor respuesta, pero sí diversidad de respuestas que apuntan a diferentes ámbitos en lo que concierne al ser humano. Necesitaremos respuestas que apunten a la preservación de los Derechos Humanos, leyes y medios para hacerlos cumplir, proyectos enfocados a distintas problemáticas (situaciones de violencia, consumo de alcohol o drogas, situaciones de riesgo, etc.); y también necesitamos considerar que, incluso en situaciones parecidas, cada persona la vive y responde de diferente manera.

Otro elemento fundamental es nuestra apertura y “capacidad de movimiento”, en pensamiento y acciones, de acuerdo a nuestra época. Nuestro accionar no puede, de ninguna manera, ser estático y estar atado a una teoría que no esté basada en una práctica.

Jacques Lacan, Psicoanalista Francés, decía: “…que renuncie preferentemente aquel que no puede vincular su horizonte a la subjetividad de su época…", es decir que nos plantea una clínica que cambia de acuerdo a su época, que para ello tendrá que poder leer las coordenadas de la misma, anudado a la subjetividad de cada persona atendida..

En ese sentido nos permitimos introducir la intervención psicológica clínica de orientación psicoanalítica como una posible respuesta, no la única y siempre pensada en articulación con otras.

El término clínica proviene de la medicina, implica el trabajo uno por uno. Por ejemplo, si recordamos cómo antes teníamos al médico de cabecera de la familia, que más que tener una especialidad tenía un “ojo clínico”, es decir su capacidad de localizar los detalles. Es por ello que la esencia de la clínica está en la experiencia y en la práctica, revelando el detalle de la diferencia en cada persona, siendo justamente eso lo que muchas veces no se reconoce a simple vista. Para ello se requiere escuchar y situar el modo particular de responder a lo social, familiar, laboral, educativo, médico, legal, etc. Ello permitirá que devenga cuál es su modo de funcionamiento, que nunca será igual al de otra persona..

Esto permite que nuestra lectura no esté del lado de juzgar lo que está bien o mal, o cómo debe ser una persona; sino de resaltar qué, de ese modo de funcionamiento, no le hace bien a la persona, por qué la persona misma lo dice, pero aun así no lo toma en cuenta o por qué no sabe qué hacer con eso.

Como todo abordaje, el enfoque clínico tiene sus límites y sus posibilidades, por lo cual no se puede pensar que no esté articulado con otras áreas y enfoques.

Es así que, lo que no se puede hacer desde un área, se puede hacer desde otra. Por ejemplo, no es lo mismo la visita domiciliaria que hace un trabajador social, que el relato de la persona sobre su modo de vida, pero ambos se complementan.


El enfoque clínico y el PTV

El PTV nace como programa terapéutico, esto quiere decir que siempre se buscó dar un espacio a la persona para trabajar sus problemáticas en relación al acto violento y sus efectos en su familia y entorno.

Se pretende desde un inicio, ofrecer un espacio de escucha individual con el objetivo de establecer el estatuto del acto violento de los varones atendidos, y a partir de ello puedan responsabilizarse del mismo. Por lo tanto, esclarecer a profundidad, lo que es cada acto violento para el varón, permite, sin lugar a dudas, un trabajo de prevención sobre futuros actos violentos.

Es importante remarcar el punto de encuentro de la Orientación Clínica Psicoanalítica con el núcleo del compromiso cristiano del CAM y PTV que es el interés por la persona. En las palabras del director Germán Sánchez:

“El punto neurálgico de nuestra orientación está centrado por completo en la persona. Articulamos, estructuramos, implementamos, organizamos, formulamos desde la lectura permanente de la realidad que descubrimos en cada persona acompañada. Todo modelo de intervención es necesario, pero en nuestra forma de entender esta acción, nada está por encima de la persona. Por ello, el enfoque clínico de atención desde el Psicoanálisis de Orientación Lacaniana ha sido muy bien acogido en el CAM y PTV, no sólo en el área psicológica, sino en todas las áreas de intervención, pues centra su mirada en la singularidad de la persona y pone la importancia en la palabra”

Lo más propio de cada uno es lo que no se repite en nadie más, no es evidente y menos aún frente a situaciones de urgencia que conllevan la violencia, donde en muchos casos a nivel del fenómeno hay similitudes, como por ejemplo posesividad del varón hacia la mujer no dando lugar a que tenga sus propios ingresos económicos o la violencia después de escenas de celos. Aun así, aunque haya varios casos con estas situaciones, nunca será igual, visibilizarlo implicará un trabajo minucioso con las preguntas adecuadas que nos muestren estos detalles que hacen la diferencia.

La mirada a la persona no excluye su entorno, sino más bien es fundamental saber cómo es el entorno de cada persona, ¿Cómo lo vive? ¿Cómo son sus relaciones de pareja? ¿Su situación laboral? ¿Su situación familiar? ¿Su relación con su cuerpo? etc. Pero no como datos que quedan sueltos, sino que al ser articulados esclarecen y arman su modo de funcionamiento, y en base a ello se trabaja lo que le afecta a cada uno.

Nunca seremos expertos en el abordaje de las problemáticas de las personas, pero si seremos certeros si nos hacemos preguntas constantemente, si no lo damos por entendido sin escuchar. En fin, si nos dejamos enseñar por las personas que escuchamos.

Finalmente, mencionar que el abordaje clínico no requiere solamente que dos personas estén en un mismo lugar y hacer una entrevista, o usar el término clínico, sino que se debe tener en cuenta la dificultad de ejercerla. Requiere una formación continua de análisis y conversación de los casos atendidos, así siempre habrá algo más que reflexionar, que hacer y preguntar. Como también pondrá en evidencia los efectos de la práctica clínica escuchando la formalización de los casos.


Lic. Gabriela Villarroel Carvajal
Asesora externa CAM – PTV